Un equipo de expertos de la Universidad de California en Los Ángeles (EE.UU.) afirmó que el planeta WASP-69 b es un gigante gaseoso de tamaño similar a Júpiter.

El planeta orbita una estrella a unos 160 años luz de la Tierra. La distancia entre WASP-69 y su estrella anfitriona es tan pequeña que el planeta sólo tarda 3,9 días en orbitar completamente la estrella.

Desde que encontraron WASP-69 en 2014, los científicos han descubierto que el objeto que están estudiando está perdiendo atmósfera a un ritmo notable. Cada segundo que pasa, el planeta pierde 200.000 toneladas de gas, principalmente helio y algo de hidrógeno.

A este ritmo, es probable que WASP-69 pierda siete veces la masa de la Tierra durante su vida útil, estimada en unos 7 mil millones de años.

La pérdida de atmósfera combinada con la influencia de la estrella central ha creado las condiciones para que WASP-69 "desarrolle una cola" a medida que se mueve por el espacio.

Anteriormente, los científicos sospechaban que WASP-69 b podría poseer una cola similar a la de un cometa, pero esto nunca se había demostrado hasta hace poco.

El informe publicado en la revista Astronomy and Astrophysics presenta el análisis de investigadores estadounidenses basado en datos recogidos por el Observatorio WM Keck en el volcán Maunakea (estado de Hawái).

Los resultados mostraron que el planeta sí tiene una cola, con una longitud de más de 563.000 km, o 44 veces el ancho de la Tierra.

La cola de WASP-69 b se formó cuando un "viento estelar" expulsó la atmósfera vaporizada del planeta, creando una larga cola a medida que viajaba.

Los vientos estelares, similares al viento solar, son corrientes de partículas cargadas que emanan de una estrella. Si el viento estelar desaparece, la cola del planeta tampoco existirá.