Si bien todos los diamantes contienen átomos de carbono, no se limitan a la conocida estructura cúbica. Grupos de investigación de todo el mundo llevan años trabajando para recrear la variante de disposición hexagonal con su característica estructura de apilamiento atómico. - Foto: AI
Normalmente, los diamantes se forman a partir de átomos de carbono dispuestos en forma cúbica, como bloques de Lego apilados formando un cuadrado, a una profundidad de unos 150 km bajo tierra, donde las temperaturas superan los 1.000 grados Celsius y la presión es extremadamente alta.
Pero se cree que el diamante hexagonal, también conocido como lonsdaleíta, se formó cuando un meteorito se estrelló contra la Tierra, sometido a un calor y una presión tremendos.
Esta estructura hace que el diamante sea aproximadamente un 60 % más duro que el diamante normal. La primera muestra se encontró en el meteorito Canyon Diablo, que cayó en Arizona hace unos 50 000 años. Los científicos han debatido durante mucho tiempo si la lonsdaleíta existe realmente en su forma pura o es simplemente una mezcla de diamante cúbico y grafito.
Los intentos anteriores de recrear este tipo de diamante en el laboratorio han fracasado o sólo han producido productos impuros.
Un nuevo equipo de investigación formado por expertos del Centro de Investigación de Ciencia y Tecnología de Alta Presión y del Instituto de Óptica y Mecánica de Precisión de Xi'an de la Academia de Ciencias de China ha conseguido crear cristales de diamante hexagonales puros, de unos 100 micrómetros de ancho (equivalente al grosor de un cabello humano).
El primer diamante hexagonal se descubrió en 1967 en el meteorito Canyon Diablo, que cayó en Arizona hace 50.000 años. Se cree que se formó a partir de grafito bajo el calor y la presión extremos de su impacto con la Tierra. - Foto: Ai
En un artículo publicado en Nature, el equipo de científicos dijo que utilizaron grafito monocristal ultrapuro para minimizar las impurezas y luego aplicaron alta presión y temperatura en condiciones "casi isotrópicas", lo que significa que la presión era uniforme en todas las direcciones.
Durante este proceso, los científicos también utilizaron rayos X in situ para observar cambios estructurales en tiempo real, ajustando así las condiciones para favorecer la formación de diamantes hexagonales.
Este éxito se considera la primera evidencia directa e inequívoca de que el diamante hexagonal existe como una estructura estable y distinta, ampliando la definición de "superduro" mucho más allá del diamante tradicional.
Con su dureza superior y resistencia al calor, el diamante hexagonal sintético se puede utilizar en la producción de herramientas de corte, revestimientos resistentes al desgaste e incluso en productos electrónicos de alta gama donde se requieren materiales que conduzcan bien el calor y resistan entornos hostiles.
"Este diamante hexagonal sintético promete abrir nuevas direcciones en el desarrollo de materiales superduros y dispositivos electrónicos avanzados", afirmó el profesor Ho Kwang Mao de la Academia de Ciencias de China.
Fuente: https://tuoitre.vn/trung-quoc-tao-ra-kim-cuong-thien-thach-sieu-cung-20250811162700281.htm
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