1. Bryndzové Halušky
Bryndzové Halušky es sencillo pero tiene un sabor muy especial (Fuente de la foto: recopilada)
Bryndzové Halušky es un plato de apariencia sencilla, pero que esconde un alma culinaria profunda. Las bolas de masa de papa se forman en trozos pequeños y se hierven hasta que estén blandas como pequeñas nubes que flotan en la fría tarde de invierno. Cuando se combina con queso de oveja Bryndza, el famoso queso blanco suave de Eslovaquia, este plato adquiere un sabor rústico pero extrañamente seductor.
Cada plato de Bryndzové Halušky está cubierto con crujientes cortezas de cerdo, creando el equilibrio perfecto entre grasa, riqueza y aroma. Para los eslovacos, este plato es más que un simple plato principal para la cena: es un recuerdo de la infancia, un rasgo cultural profundamente arraigado en cada comida familiar.
Cuando visite Eslovaquia, uno de los lugares destacados de comida eslovaca para disfrutar de Bryndzové Halušky es el restaurante Koliba Kamzík en Bratislava. Ubicado en el centro del tranquilo casco antiguo, Koliba Kamzík no solo ofrece este famoso plato con sabores tradicionales, sino que también te transporta en el tiempo al espacio rural rústico de los antiguos eslovacos.
2. Kapustnica
Kapustnica es una sopa tradicional hecha con repollo encurtido, salchicha ahumada y cerdo (Fuente de la foto: Recopilada)
Cuando el invierno cubre Eslovaquia con una capa de nieve blanca, también es el momento en el que las humeantes ollas de Kapustnica empiezan a esparcir su fragancia en todas las cocinas. Kapustnica es una sopa tradicional hecha con chucrut, salchicha ahumada, cerdo y, a veces, setas silvestres secas. El sabor ácido de las hojas de mostaza, la riqueza de la salchicha y el ligero aroma de la alcaravea (un tipo especial de eneldo) se combinan para crear un sabor que es al mismo tiempo extraño y familiar.
Esta sopa no sólo es un plato fuerte de las fiestas navideñas, sino también una "medicina" para calentar el cuerpo después de un largo día de caminata en el frío de Europa del Este. Cada familia eslovaca tiene su propia receta de Kapustnica, como un secreto transmitido de generación en generación.
Para disfrutar de este plato, puedes ir al Slovak Pub, uno de los lugares de comida eslovaca más destacados en el corazón de la capital, Bratislava. El ambiente rústico y el fragante olor de la sopa de col agria seguramente dejarán una profunda impresión en cada comensal.
3. Lokse
El lokše es un panqueque elaborado con harina de papa mezclada con harina de trigo, horneado sobre una superficie de piedra caliente (Fuente de la foto: Recopilada)
Bajo esa fina y suave capa de pastel se esconde todo un mundo de recuerdos eslovacos. Lokše: un panqueque elaborado con harina de papa mezclada con harina de trigo, horneado sobre una superficie de piedra caliente y luego untado con una capa de mantequilla rica o grasa de ganso. A veces, el Lokše se cubre con foie gras, salchichas o simplemente con azúcar y canela para crear un postre atractivo.
Con una corteza de color marrón dorado y un sabor suave y derretido en la punta de la lengua, Lokše brinda una sensación cálida como una tarde de invierno junto a un fuego rojo. Este plato se suele encontrar durante los festivales de otoño e invierno, especialmente en los mercados navideños tradicionales.
Si desea probar el sabor original de Lokše, visite la región de Modra, donde las madres y las abuelas aún conservan la forma tradicional de hacer el pastel. Aquí, uno de los lugares para comer en Eslovaquia con un ambiente de cuento de hadas es el restaurante Starý Dom, donde siempre se sirven fragantes rebanadas de Lokše con vino local, creando una dulce armonía entre sabor y emoción.
4. Gulash esloveno
Aunque es originario de Hungría, el gulash eslovaco se ha transformado en una versión separada (Fuente de la foto: Recopilada)
Aunque es originario de Hungría, el gulash eslovaco se ha transformado en una versión distinta que lleva el sello de este país montañoso. El gulash esloveno se suele preparar con carne de res o de cerdo guisada, acompañada de pimentón, cebolla, ajo y patatas. Este plato tiene un característico color marrón rojizo, un sabor picante suave y un aroma fuerte.
El gulash se sirve a menudo con knedle (pan al vapor) o simplemente con una rebanada de pan tostado crujiente. En los días fríos, no hay nada mejor que saborear una cucharada de Goulash caliente, dejando que su sabor picante penetre en cada célula, calentando el alma.
Uno de los famosos lugares de comida eslovaca para disfrutar del auténtico gulash es el restaurante Slovenská Reštaurácia en Košice, la segunda ciudad más grande de Eslovaquia. Aquí, el gulash no es sólo comida, sino también un puente entre la tradición y la modernidad, entre locales y turistas de todo el mundo.
5. Trdelnik
Trdelník es un dulce símbolo asociado con la infancia y las festividades bulliciosas (Fuente de la foto: Recopilada)
Aunque es popular en muchos países de Europa Central, Trdelník todavía tiene un lugar firme en los corazones de los eslovacos como un dulce símbolo asociado con la infancia y los festivales bulliciosos. El pastel de tubo se elabora con masa de harina, enrollada alrededor de un tubo de metal, luego se asa sobre carbón y se cubre con azúcar, canela, a veces nueces o coco rallado.
Recién horneado, el Trdelník queda crujiente por fuera, suave por dentro y desprende un aroma fragante que alegra el corazón. Ya sea un día nevado o un día soleado a principios de primavera, sostener un pastel tibio en la mano y saborear cada pequeño trozo se siente como vivir en un entorno de cuento de hadas.
Puedes encontrar Trdelník fácilmente en los mercados de pulgas de Bratislava, pero uno de los lugares más destacados para comerlo en Eslovaquia es el casco antiguo de Trenčín. Los carros Trdelník no sólo son atractivos por su aroma seductor, sino también por el ambiente animado, las risas y las sonrisas amistosas de los vendedores locales.
La cocina eslovaca no es llamativa ni sofisticada, pero cada plato contiene una parte de memoria, una parte de cultura y una parte del alma de la gente de aquí. Cuando pongas un pie en este país, no vengas sólo a admirar los bellos paisajes, detente en un restaurante de carretera, pide un plato típico, cierra los ojos y déjate llevar por los sabores. Y recuerda, en Eslovaquia hay muchos lugares donde comer que esperan ser descubiertos, donde cada plato no sólo llena el estómago, sino también el corazón.
Fuente: https://travel.com.vn/tin-tuc-du-lich/mon-an-o-slovakia-v17045.aspx
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