1. Bratislava
Esta poética capital del Danubio es el corazón cultural e histórico de todo el país (Fuente de la foto: Collected)
Bratislava es una ciudad imprescindible cuando hablamos de destinos turísticos en Eslovaquia. Esta pequeña capital a orillas del pintoresco río Danubio es el corazón cultural e histórico de la nación. Bratislava no es ruidosa ni llamativa, sino que tiene un encanto tranquilo, como los ojos tímidos y seductores de una chica de Europa del Este.
Perdido en el Casco Antiguo, sentirás que cada adoquín cuenta una historia. Los antiguos edificios de color pastel, la catedral gótica de San Martín o el reloj astronómico de la plaza Hlavné námestie, todo ello parece transportarnos a un pasado remoto, a la antigua Edad Media.
Dominando el horizonte se encuentra el Castillo de Bratislava, situado en una colina con vistas al ventoso Danubio. Desde aquí se puede ver Austria e incluso Hungría, ya que se trata de un cruce fronterizo legendario. Cuando el sol se pone, Bratislava se tiñe de amarillo bajo el sol de la tarde, transformándose en una triste y cautivadora pintura de tinta.
2. Altos Tatras
Los Altos Tatras son una majestuosa cadena montañosa ubicada en la frontera norte de Eslovaquia (Fuente de la foto: Recopilada)
Si su corazón anhela libertad al aire libre, deje que sus pies se adentren en los Altos Tatras, la majestuosa cadena montañosa que se extiende a lo largo de la frontera norte de Eslovaquia. No es sólo un símbolo nacional, sino también uno de los destinos turísticos eslovacos favoritos de los amantes de la naturaleza y la aventura.
Los Altos Tatras son una imagen viva de montañas, bosques y nieve. En verano, es un paraíso para el senderismo, con senderos que serpentean a través de bosques de pinos, lagos glaciares azules y picos de montañas cubiertos de nubes. En particular, el lago Strbske Pleso, una joya verde en el corazón de la montaña, que refleja el cielo como un espejo natural mágico, es una parada que no debe perderse.
Cuando llega el invierno, los Altos Tatras se transforman en un paraíso para el esquí. Resorts como Tatranska Lomnica o Stary Smokovec están llenos de esquiadores de todas partes. La nieve blanca cubría cada rama de los árboles y cada tejado, convirtiendo toda la zona montañosa en un auténtico país de las hadas. Los Altos Tatras no son sólo un lugar para practicar deportes o aventuras, sino también un lugar para sumergirse tranquilamente en la naturaleza, escuchar el viento susurrando entre las hojas y sentir la grandeza de la Madre Tierra.
3. Castillo de Bojnice
El castillo de Bojnice es uno de los destinos turísticos de ensueño en Eslovaquia (Fuente de la foto: Collected)
En el corazón de Eslovaquia, hay un castillo que hace que cualquiera que llega aquí se sienta como si estuviera perdido en un cuento de hadas. El castillo de Bojnice, con sus altas torres, sus tejados de tejas verde musgo y sus paredes suavemente curvadas, es uno de los destinos turísticos más bellos de Eslovaquia.
Construida en el siglo XII, pero con el aspecto de la arquitectura romántica renacentista francesa, Bojnice es un testimonio de una época dorada de la aristocracia europea. Dentro del castillo, paredes doradas, techos intrincadamente tallados y retratos antiguos recrean la antigua vida real.
El Castillo de Bojnice no sólo es famoso por su belleza arquitectónica, sino que también es sede cada verano del Festival de Cuentos de Hadas del Castillo, un evento que atrae a miles de visitantes de todo el mundo. En un espacio mágico, conocerás princesas, príncipes, brujas y criaturas mágicas de los cuentos de Grimm.
Detrás del castillo hay un gran parque con el zoológico de Bojnice, uno de los zoológicos más antiguos de Eslovaquia. Bajo la fresca sombra verde de los árboles, ciervos, leones o cachorros de osos caminan tranquilamente, reviviendo la infancia en cada uno de nosotros.
4. Banská Stiavnica
Banská Štiavnica es patrimonio de la humanidad por la UNESCO (Fuente de la foto: recopilada)
Banská Štiavnica: el nombre puede ser difícil de pronunciar para los extranjeros, pero una vez que pongas un pie aquí, nunca olvidarás esta pequeña ciudad. Como una flor tímida enclavada en el corazón de las montañas Štiavnické, Banská Štiavnica es patrimonio mundial de la UNESCO y el destino turístico más rústico y nostálgico de Eslovaquia.
Banská Štiavnica, que durante la Edad Media fue el mayor centro minero de oro y plata de Europa, es rico en historia y cultura. Las calles adoquinadas que serpentean alrededor de las colinas, las casas con viejos techos de tejas cubiertos de musgo y la atmósfera extrañamente pacífica: todo esto hace que este lugar parezca una antigua melodía que resuena en medio del mundo moderno.
Los puntos más destacados de la ciudad son el Castillo Viejo y el Castillo Nuevo, dos estructuras estrechamente vinculadas a la historia defensiva de la ciudad. Como alternativa, puede visitar el Museo de Minería, que le llevará a las profundidades del subsuelo para experimentar cómo era ser un minero en los viejos tiempos: un viaje emocionante y emotivo.
Es imposible no mencionar el lago Počúvadlo, una joya natural ubicada en medio del bosque verde. Aquí es donde los lugareños y los turistas vienen a caminar, nadar o simplemente sentarse junto al agua y observar las nubes pasar.
5. Castillo de Spiš
El castillo de Spiš es una de las fortalezas más grandes de Europa Central (Fuente de la foto: Recopilada)
Por último, pero no por ello menos importante, se encuentra el castillo de Spiš, una de las fortalezas más grandes de Europa Central, situada en el este de Eslovaquia. Aunque sólo quedan ruinas, la belleza desolada y majestuosa de este lugar hace que cualquiera se detenga y lo admire. Este es un destino turístico eslovaco que te hará sentir como si estuvieras entrando en la epopeya de los antiguos caballeros y guerreros.
El castillo de Spiš, construido en el siglo XII, fue en su día el centro del poder de esta tierra. Los muros interminables, las imponentes torres de vigilancia y los restos de antiguos castillos susurran sobre antiguas guerras, intrigas y amores.
Subiendo por el sendero que lleva a la colina, verás aparecer toda la fortaleza a la luz del sol, como un dragón de piedra durmiendo pacíficamente en medio de la pradera. Desde lo alto de la ciudadela se puede ver la profunda llanura verde de Zipská kotlina, salpicada de pueblos antiguos y campos de trigo dorados.
En verano también se celebran aquí recreaciones históricas con espadachines, jinetes y música tradicional eslovaca. Es entonces cuando el Castillo de Spiš cobra verdadera vida, devolviendo vida al pasado con cada golpe de tambor, cada choque de espadas y cada paso heroico.
En su viaje por Europa, es posible que se haya quedado absorto en el espléndido París, la antigua Roma o la lujosa Viena. Pero una vez que visites Eslovaquia, comprenderás que las cosas bellas a veces surgen de la sencillez, la sinceridad y la poesía. Los cinco mejores lugares para visitar en Eslovaquia son cinco capítulos de una sinfonía tranquila pero profunda. Cada lugar tiene su propia identidad, su propia historia, esperando que vengas a escucharla y sentirla.
Fuente: https://travel.com.vn/tin-tuc-du-lich/dia-diem-du-lich-slovakia-v17044.aspx
Kommentar (0)