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La inteligencia artificial y los humanos trabajan juntos. Foto: VLAB

La educación se encuentra en una encrucijada crucial. A medida que plataformas de IA generativa como ChatGPT, Claude, Perplexity y NotebookLM siguen creciendo, su impacto potencial en la educación es innegable. Los expertos predicen que para 2025, las universidades invertirán hasta 20 millones de dólares durante los próximos cinco años en planes de estudio basados ​​en IA, una clara señal del creciente compromiso con la integración de la IA en la educación superior. También predicen que la IA podría aumentar las tasas de graduación hasta en un 43 %.

Las herramientas de IA no solo son asistenciales, sino también transformadoras, con la capacidad de generar información, proporcionar retroalimentación, sugerir soluciones creativas y mucho más. La pregunta para los educadores hoy en día ya no es "¿deberíamos usar IA?", sino "¿cómo redefinir la enseñanza y el aprendizaje en una era impulsada por la IA?".

Aprovechar el poder de la tecnología

Nuestro enfoque educativo debe ir más allá de los enfoques tradicionales, hacia un modelo que integre plenamente las fortalezas de la IA y al mismo tiempo proteja las habilidades humanísticas que la IA no puede reemplazar: pensamiento crítico, razonamiento ético y creatividad.

La IA debe complementar la inteligencia humana, no reemplazarla. El rol de los educadores es rediseñar los currículos para aprovechar al máximo la IA, fomentando al mismo tiempo cualidades humanas indispensables como el buen juicio, la empatía y la colaboración, garantizando que los estudiantes sigan siendo líderes e innovadores en un mundo cada vez más impulsado por la IA.

Mejorar el pensamiento crítico y la resolución de problemas.

Para preparar a los estudiantes para un futuro impulsado por la IA, necesitamos cultivar la capacidad de evaluar los resultados generados por ella. Si bien la IA puede sugerir estrategias, solo los humanos pueden evaluar su viabilidad, pertinencia e implicaciones éticas.

La educación debe pasar de la memorización mecánica a la interacción activa, alentando a los estudiantes a cuestionar y refinar las sugerencias de la IA en lugar de aceptarlas pasivamente.

Por ejemplo, en cursos de estrategia empresarial, los estudiantes pueden usar IA para generar estrategias de salida al mercado, pero el valor real surge cuando los estudiantes hacen preguntas que adaptan esas sugerencias a objetivos a largo plazo o a factores culturales o regulatorios específicos.

Aprendizaje basado en proyectos y en investigación

Integrar la IA mediante el aprendizaje basado en proyectos y la indagación es esencial en la era de la IA generativa. La IA puede facilitar el análisis de datos y la recopilación de información, pero interpretarla y aplicarla en contextos reales sigue siendo una tarea humana.

Por ejemplo, en una clase de transformación digital, los estudiantes actúan como consultores de una empresa real, utilizando herramientas de IA como Tableau para recopilar información de mercado. Sin embargo, deben contextualizar esos datos con la cultura de la empresa, el comportamiento del cliente y las limitaciones financieras para desarrollar una estrategia adecuada. Este enfoque ayuda a los estudiantes a comprender la tecnología y, al mismo tiempo, a ser conscientes de las limitaciones de la IA.

Desarrollar habilidades de colaboración y comunicación: más allá de la automatización

Si bien la IA puede crear contenido, carece de empatía, voz de marca y la capacidad de conectar emocionalmente con los consumidores. Por lo tanto, es fundamental desarrollar sólidas habilidades de colaboración y comunicación.

En las clases de marketing, los estudiantes pueden usar IA para redactar textos publicitarios, pero deben editarlos para que reflejen la identidad de la marca y conecten con el público objetivo. Ajustar el tono, el lenguaje y el mensaje demuestra que el valor de las personas supera con creces las capacidades de la IA.

Enseñanza sobre ética y comprensión de la IA

A medida que la IA adquiere mayor influencia, es fundamental dotar a los estudiantes de una base ética sólida. Riesgos como el sesgo, la vulneración de la privacidad y la falta de transparencia exigen que enseñemos a los estudiantes a usar la IA de forma responsable.

En los cursos de ética empresarial, los estudiantes pueden analizar el uso de IA en el proceso de contratación, identificar posibles sesgos y desarrollar pautas éticas basadas en principios como Equidad, Responsabilidad, Transparencia y Ética (FATE).

Integración de innovación mejorada por IA

La IA puede ayudar a generar ideas, pero la verdadera creatividad requiere refinamiento humano, inteligencia emocional e innovación. Muchos estudiantes afirmaron que el uso de la IA les ayudó a expandir su pensamiento más allá de sus limitaciones actuales, lo que demuestra su papel como potenciador, no como sustituto, de la creatividad.

En las clases de emprendimiento, la IA puede sugerir modelos de negocio o identificar oportunidades de mercado, pero los estudiantes deben aportar creatividad a esas ideas para convertirlas en soluciones viables y disruptivas. La inteligencia humana transforma las sugerencias básicas de la IA en productos verdaderamente innovadores.

(Fuente: Forbes)

Fuente: https://vietnamnet.vn/chuyen-doi-phuong-phap-giao-duc-cho-ky-nguyen-ai-tao-sinh-tam-nhin-tuong-lai-2400320.html