El incendio quemó un área de unas 36.000 hectáreas, convirtiéndose en el peor incendio en la historia del país, superando ampliamente las 23.794 hectáreas quemadas en un incendio forestal en la costa este en 2000, según Yonhap. Unas 37.000 personas fueron desplazadas, la mayoría en las zonas de Uiseong y Andong de la provincia de Gyeongsang del Norte. Algunas zonas de Andong han estado sin agua durante dos días, lo que ha obligado a las autoridades a proporcionar agua y asistencia de emergencia. Además, casi 2.500 viviendas se quedaron sin electricidad.

El presidente interino Han Duck-soo ha ordenado al ministro del Interior interino Ko Ki-dong que permanezca en la provincia de Gyeongsang del Norte para supervisar los esfuerzos de socorro hasta que el incendio esté bajo control. "Es preocupante que muchas de las víctimas sean personas mayores, incluidos pacientes de residencias de ancianos", dijo el Sr. Han. Los bomberos están utilizando helicópteros y camiones de bomberos para controlar la propagación del incendio, después de que el 21 de marzo estallara un incendio forestal en el condado de Sancheong, provincia de Gyeongsang del Sur, y se extendiera a las áreas vecinas.

Un comité especial del gobernante Partido del Poder Popular pidió el 27 de marzo al gobierno que designe más zonas especiales de desastre para fortalecer la respuesta a los incendios forestales y apoyar a las personas afectadas. El representante Lee Man-hee, presidente del comité, pidió al gobierno utilizar un fondo especial de ayuda en caso de desastre, estimado en 500 mil millones de wones (8,727 mil millones de dongs), para apoyar rápidamente a las áreas dañadas. El líder del Partido Democrático de la oposición, Lee Jae-myung, visitó ayer la zona afectada en la provincia de Gyeongsang del Norte y prometió "hacer todo lo posible en el parlamento" para impulsar los esfuerzos de socorro a las víctimas.

Respecto a la situación de los incendios forestales en Japón, The Japan Times informó el 27 de marzo que los incendios en las provincias de Ehime y Okayama han quemado más de 900 hectáreas después de estallar el 23 de marzo. Se ha ordenado la evacuación de más de 3.800 hogares en Ehime y casi 1.100 hogares en Okayama. La Fuerza Terrestre de Autodefensa de Japón se ha movilizado para combatir el incendio junto con los bomberos.