BAD: El crecimiento económico de Vietnam se desacelera debido a la débil demanda externa

El informe Perspectivas del desarrollo asiático (ADO) de septiembre de 2023 señaló que los factores clave que impactan la economía incluyen la desaceleración económica mundial, el ajuste monetario en algunos países desarrollados y las perturbaciones debidas a las crecientes tensiones geopolíticas mundiales.

Las previsiones de inflación se revisaron a la baja del 4,5% al 3,8% para 2023 y del 4,2% al 4,0% para 2024.

Conferencia de prensa del BAD para la publicación del Informe Perspectivas del Desarrollo Asiático (ADO) de septiembre de 2023

En una conferencia de prensa esta mañana, el Sr. Shantanu Chakraborty, Director de País del BAD para Vietnam, compartió: “El débil entorno externo, incluida la lenta recuperación en China, ha afectado negativamente al sector manufacturero orientado a la exportación de Vietnam, reduciendo la producción industrial.

Sin embargo, la economía sigue siendo resiliente y se espera que se recupere rápidamente en el futuro cercano gracias al fuerte consumo interno, apoyado por una inflación moderada, la aceleración del desembolso de la inversión pública y la mejora de las actividades comerciales”.

Si bien la producción industrial de Vietnam se contrae debido a la débil demanda mundial, se prevé un crecimiento sólido en otros sectores. Se espera que el sector servicios continúe expandiéndose gracias a la reactivación del turismo y la recuperación de los servicios relacionados. La agricultura se beneficiará del aumento de los precios de los alimentos y se espera que crezca un 3,2 % a partir de 2023.

El informe también destaca riesgos significativos para estas perspectivas. A nivel nacional, la lentitud del desembolso de la inversión pública y las debilidades estructurales de la economía plantean riesgos clave para el crecimiento.

En el ámbito externo, una fuerte desaceleración del crecimiento mundial y una débil recuperación en China siguen representando riesgos para las perspectivas económicas. La persistencia de tasas de interés elevadas en EE. UU. y Europa, junto con un dólar estadounidense más fuerte, podría complicar aún más la recuperación de la demanda externa y provocar una depreciación del dong.