Como se sabe, el Sr. Michel Barnier tuvo que dimitir como Primer Ministro de Francia después de menos de 3 meses en el cargo, convirtiéndose en el Primer Ministro con el mandato más corto en la historia moderna de Francia después de que el Presidente Macron aceptara oficialmente su dimisión.

Esto también significa que Macron tendrá que encontrar al sexto primer ministro de Francia desde que fue elegido presidente en 2017. Barnier es incluso la tercera persona que ocupa el cargo de jefe de gobierno francés en 2024, junto a Élisabeth Borne y Gabriel Attal. Los dos anteriores fueron los señores Édouard Philippe y Jean Castex.

El presidente Macron está actualmente en conversaciones con aliados y políticos de alto nivel para nombrar rápidamente un nuevo primer ministro. François Bayrou, un veterano político centrista y aliado cercano de Macron, ha sido mencionado en los medios franceses como un posible candidato. Además, el ministro de Defensa saliente, Sébastien Lecornu, también se considera un candidato potencial.

Según algunas fuentes, el presidente Macron quiere tomar una decisión antes de la inauguración de la catedral de Notre Dame el próximo sábado, un evento al que asistirán numerosos líderes mundiales, incluido el presidente electo estadounidense Donald Trump.

La crisis política en Francia está debilitando a la Unión Europea, que ya estaba bajo presión tras el colapso del gobierno de coalición en Alemania. La situación se vuelve más grave a medida que el presidente electo Donald Trump se prepara para regresar a la Casa Blanca.

El nuevo primer ministro de Francia enfrentará el mismo desafío que su predecesor: aprobar el presupuesto para 2025 en un parlamento profundamente dividido y, al mismo tiempo, restaurar las finanzas públicas agotadas.

Marine Le Pen, líder del partido de extrema derecha Agrupación Nacional (RN), criticó a Macron: "El principal culpable de la situación actual es Emmanuel Macron", dijo en la radio TF1 el miércoles por la noche.

Una encuesta de Toluna Harris Interactive encontró que el 64% de los votantes quieren que Macron renuncie. Sin embargo, la constitución francesa sólo permite destituir al presidente de su cargo si dos tercios de los legisladores concluyen que no ha cumplido su función, algo que nunca ha sucedido en la historia.

La crisis política está desestabilizando los mercados financieros franceses, afectando a los bonos y acciones del país. Aunque el mercado se recuperó algo el 5 de diciembre cuando los inversores tomaron ganancias después del voto de censura, se espera que la incertidumbre prolongada continúe ejerciendo presión.

Según la evaluación de Standard & Poor's, el colapso del gobierno francés reduce las perspectivas de reducir el déficit presupuestario y la capacidad para implementar medidas de "apriete el cinturón" será menor que antes.

En este contexto, la inestabilidad política podría durar al menos hasta julio de 2025, cuando se permita celebrar nuevas elecciones parlamentarias.

Cao Phong (según Reuters, Le Monde)