El 20 de junio, el primer ministro checo, Petr Fiala, dijo que el conflicto en Ucrania podría congelarse, lo que provocaría que Europa del Este cayera en un estado de inestabilidad durante mucho tiempo.
El primer ministro checo, Fiala, afirmó que el conflicto entre Rusia y Ucrania no tiene un final a la vista. Foto: Soldados ucranianos disparan proyectiles de artillería contra las fuerzas rusas en el Este. (Fuente: Reuters) |
En la Conferencia de Seguridad de Praga, el primer ministro Fiala dijo que el progreso de Ucrania en la actual contraofensiva era "optimista", pero que el final del conflicto aún no estaba a la vista.
El jefe del Gobierno checo afirmó que un conflicto prolongado entre Rusia y Ucrania supondría un riesgo para las fuerzas de Kiev, así como una disminución de la ayuda y la atención de los países occidentales. Según él, la tarea de los gobiernos occidentales es evitar que ese escenario se produzca.
Además, el Sr. Fiala valoró el acuerdo de Praga de aumentar la inversión en seguridad, destinando el 2% del PIB a defensa.
Aunque calificó de "éxito" el Acuerdo de Cooperación de Defensa (DCA) entre Estados Unidos y la República Checa, el primer ministro Fiala también señaló que el acuerdo no significa permitir que las tropas estadounidenses se estacionen en territorio checo.
“Si queremos seguir siendo uno de los países más seguros del mundo, debemos tener el coraje de hacer algo al respecto”, afirmó el líder. “Nuestra seguridad depende directamente del mantenimiento del orden internacional basado en acuerdos respetados”.
Ese mismo día, el secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Jens Stoltenberg, reafirmó que la organización hará todo lo posible para ayudar a Ucrania "mientras sea necesario".
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