Corea del Norte lanzó el misil balístico intercontinental Hwasongpho-18 el 18 de diciembre. (Fuente: KCNA)

Sin embargo, la agencia de noticias Kyodo informó que el Consejo de Seguridad no llegó a una decisión en esta sesión debido a las divisiones entre los miembros clave y sólo emitió declaraciones de los representantes de los miembros.

Durante la reunión, Estados Unidos pidió a Rusia y China que trabajaran con otros miembros para acordar una respuesta unificada al lanzamiento, pero Moscú pidió a Washington que suspendiera las actividades militares cerca de la península de Corea y "se abstuviera de más pasos provocativos".

Ese mismo día, Corea del Norte, que no es miembro del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, emitió una declaración en la que afirmaba que el lanzamiento del misil balístico intercontinental Hwasongpho-18 el 18 de diciembre fue para ejercer el derecho a la legítima defensa cuando Estados Unidos y Corea del Sur "desplegaron fuerzas armadas a gran escala, incluidos submarinos de propulsión nuclear y bombarderos nucleares estratégicos".

También el 19 de diciembre, la agencia de noticias surcoreana Yonhap informó que el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Lim Soo-suk, pidió a China que desempeñe un "papel constructivo" en la cuestión de Corea del Norte.

El llamado se produjo después de que el ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, se reuniera con el viceministro de Asuntos Exteriores norcoreano, Pak Myong-ho, el día en que Pyongyang probó el Hwasongpho-18.

"China es un miembro permanente responsable del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y un país con influencia en Corea del Norte. Esperamos que desempeñe un papel constructivo para que Pyongyang pueda cesar sus provocaciones y retomar el diálogo", subrayó el diplomático surcoreano.

Además, según el Sr. Lim Soo-suk, Corea del Sur cooperará estrechamente con Estados Unidos, Japón y otros socios importantes para "encontrar formas de responder a nivel del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, así como sanciones independientes y multilaterales contra Corea del Norte".

En otro desarrollo, durante una visita al Comando de Operaciones Terrestres del Ejército de la República de Corea el 19 de diciembre, el Jefe del Estado Mayor Conjunto (JCS), Almirante Kim Myung-soo, ordenó una fuerte preparación para el combate contra cualquier posible ataque de artillería sorpresa.

El jefe del JCS destacó la importancia de una estrecha coordinación entre las fuerzas de fuego combinadas de Corea del Sur y Estados Unidos para “neutralizar” los ataques de artillería de Corea del Norte en el menor tiempo posible.

Se estima que Corea del Norte posee alrededor de 700 piezas de artillería de largo alcance, de las cuales unas 300 se consideran una amenaza para el área metropolitana de Seúl, hogar de aproximadamente la mitad de los 51,5 millones de habitantes del país, según funcionarios surcoreanos.