Muchas personas están tan ocupadas persiguiendo estándares invisibles, mirando el éxito de otras personas como una medida, que accidentalmente olvidan sus propios objetivos y valores.

No te apresures a compararte con los demás. La presión de grupo es una forma de presión psicológica cuando tú o alguien más te compara con otros en términos de apariencia, capacidad, calificaciones, estatus... A partir de ahí, surge la presión y los sentimientos de tristeza y depresión. Esto se vuelve aún más terrible en el mundo digital, donde las redes sociales están creciendo a pasos agigantados.

Navegar por las redes sociales hace que muchos miembros de la Generación Z caigan en una espiral de compararse con los demás, mirando siempre a los demás, hablando de los demás mientras se ignoran a sí mismos. Quieren ser exitosos, talentosos y ricos como los demás, pero no se enfocan en explotar su potencial y no toman acciones para lograr lo que desean.

Cuando aún no has visto tus fortalezas y debilidades y te comparas rápidamente con otras personas más exitosas, es fácil que te sientas ansioso y presionado. Si sigues persiguiendo el éxito de otras personas, eso te llevará al insomnio, a la inquietud, a la ansiedad... Entonces sentirás que no eres apto para el lugar en el que vives y trabajas.

Cambia el comportamiento de forma inconsciente, haciendo cosas que no quieres hacer. Lo más importante es siempre ponerse en la balanza, compararse con los demás y luego rebajar el propio valor.

Sé la mejor versión de ti mismo. Para superar la presión social, es hora de mirarte a ti mismo, sin importar lo que seas ahora, aceptarlo y enfrentarlo. Si sigues la presión de grupo, perderás muchas cosas, incluso las que tienes.

Todo éxito y felicidad llegan a través del trabajo duro, la práctica y la confianza en uno mismo.

Date crédito y respeto por tu proceso. Dejemos de lado todas las palabras que hay por ahí y hagamos algo de espacio para ti. Escúchate a ti mismo acerca de lo que quieres, lo que puedes hacer y lo que necesitas hacer para que ese deseo se haga realidad.