Datos del telescopio espacial más potente del mundo, el James Webb, han revelado un agujero negro monstruoso (el apodo que los científicos dan a los agujeros negros supermasivos), el más grande jamás visto en el universo hace 13 mil millones de años.

El monstruo se encontraba en un estado "aturdido" cuando fue observado por los terrícolas, después de una comida voraz.

La luz que creó la imagen del monstruoso agujero negro que James registró tardó miles de millones de años en llegar a la Tierra, preservando intacto el momento de hace 13 mil millones de años, apenas 800 millones de años después del evento Big Bang que creó el universo.

Según Live Science, este agujero negro se llama extraordinario debido a su enorme tamaño.

Con una masa aproximadamente 400 millones de veces mayor que la del Sol, es el agujero negro más grande que James Webb ha encontrado en el universo temprano.

A modo de comparación, el monstruoso agujero negro Sagitario A*, en el centro de nuestra enorme galaxia, tiene una masa de alrededor de 4 millones de veces la del Sol.

La aparición de este antiguo monstruo complica aún más el misterio de cómo crecieron los agujeros negros en el universo primitivo, según un análisis de la revista científica Nature .

Porque durante décadas, los astrónomos creyeron que los agujeros negros crecían absorbiendo materia y fusionándose a lo largo de miles de millones de años. Así que, en un universo que tiene sólo 800 millones de años, el tiempo que tardaría un agujero negro en alcanzar el tamaño del recién descubierto es casi completamente irrazonable.

No sólo es enorme, la diferencia de masa entre este agujero negro y su galaxia es extremadamente extraña.

La mayoría de los agujeros negros centrales de las galaxias tienen una masa igual al 0,1% de la masa de su galaxia madre, pero este tiene una masa del 40% de la de su galaxia madre.

Entonces, debería haber estado "comiendo" como loco para crecer. Pero en el momento registrado, este agujero negro parece haber mordisqueado sólo un poco, alrededor del 1% de su límite máximo de acreción.

El líder del equipo de investigación, Ignas Juodžbalis, del Instituto Kavli de Cosmología (Reino Unido), dijo que los resultados les llevaron a creer que el agujero negro se había "desmayado" después de una gran comida.

En ese estado, el agujero negro sería difícil de detectar. Pero este monstruo era tan grande que aún así reveló su paradero. Y, sobre todo, demuestra que el universo primitivo era más complejo de lo que pensábamos y podía superar los límites establecidos por la astrofísica.

"El universo primitivo creó algunos verdaderos monstruos, incluso en galaxias relativamente pequeñas", comentó el Dr. Juodžbalis.