Cuando DeepSeek presentó su modelo DeepSeek-R1 a principios de este año, la compañía sorprendió al mundo al demostrar que podía competir a la par con los principales chatbots de OpenAI y Google, utilizando solo 2.000 chips en lugar de 16.000 y costando menos de 6 millones de dólares en lugar de miles de millones.

La aparición de DeepSeek provocó que las acciones de Nvidia cayeran un 17% y eliminó cientos de miles de millones de dólares en capitalización del mercado tecnológico estadounidense.

Fuerte avance

Durante muchos años, el mundo ha visto el predominio de los gigantes estadounidenses como resultado del modelo occidental de innovación tecnológica, caracterizado por altos costos y alta rentabilidad gracias al monopolio. Pero China ha encontrado una dirección completamente nueva en su búsqueda de avances tecnológicos y ha logrado un éxito rotundo.

En el sector de la biotecnología, al aplicar inteligencia artificial y desarrollar tecnología de ensayos clínicos rentable, las empresas de biotecnología chinas han acelerado el proceso de descubrimiento de nuevos fármacos a costos más bajos. Ellos no comercializan los medicamentos ellos mismos, sino que venden los derechos de autor a grandes compañías farmacéuticas, que les ayudan a generar dinero para seguir investigando nuevos medicamentos.

Con este modelo, las empresas biotecnológicas chinas han ampliado su posición en el escenario mundial, y hoy en día poseen casi el 30% de los acuerdos farmacéuticos de gran valor en 2024, y más de un tercio de los medicamentos en investigación clínica en todo el mundo.

En el sector de los vehículos eléctricos, mientras que las aplicaciones occidentales de asistencia al conductor solo están disponibles en automóviles de alto precio o requieren que los usuarios paguen tarifas de servicio regulares adicionales como Tesla, el fabricante de automóviles chino BYD a mediados de febrero convirtió su sistema de asistencia al conductor "God's Eye" en estándar en todos los vehículos, incluso en el modelo súper económico Seagull, que cuesta solo $ 9,500.

Las acciones de BYD subieron un 4,5% tras el anuncio, lo que le dio un valor de mercado de 132 mil millones de dólares, más que Ford Motor, General Motors y Stellaris NV juntos.

Modelo de innovación

En China los avances tecnológicos como la inteligencia artificial, los medicamentos y los vehículos eléctricos no son servicios caros que poseen monopolios y por los que los usuarios pagan una tarifa regular. En cambio, los ven como productos comerciales normales, como electricidad, agua o datos móviles, con precios que deberían ser baratos y los usuarios deberían usarlos en función de sus necesidades.

Desde esa percepción diferente, China está demostrando que el verdadero poder tecnológico proviene de la capacidad de difundir avances, no de la capacidad de monopolizarlos.

A medida que el comercio global crece y se escala rápidamente, los ganadores no son aquellos con los productos más sofisticados, dicen, sino aquellos que pueden convertir los avances tecnológicos en productos para el mercado masivo lo más rápidamente posible.

Como resultado, China ha alterado los modelos tradicionales de negocios tecnológicos occidentales y los ha reemplazado gradualmente por un modelo de innovación donde los fabricantes se centran primero en la adopción generalizada y después en las ganancias.

Esta estrategia ha creado una ola de tecnología barata y de alto rendimiento proveniente de China, cambiando las expectativas de los consumidores globales. Hoy en día los usuarios no sólo exigen tecnologías avanzadas, sino también que sean asequibles y accesibles. Esta tendencia está obligando a las empresas occidentales a reconsiderar sus estrategias comerciales y modelos de precios.

El éxito de China al llevar tecnología de vanguardia al mercado masivo también ha impulsado el rápido crecimiento de su ecosistema tecnológico nacional. Las nuevas empresas tecnológicas chinas están recibiendo cada vez más inversiones, no sólo de fondos nacionales sino también de inversores internacionales que ven un enorme potencial de crecimiento en este nuevo modelo de negocio.

Como escribió el capitalista de riesgo Marc Andreessen en la red social X el 27 de enero, llamando a DeepSeek-R1 "el momento Sputnik de la IA" para referirse al lanzamiento del satélite de la Unión Soviética en 1957 que abrió la carrera espacial con Estados Unidos durante la Guerra Fría, los avances de China en modelos de innovación tecnológica tendrán un impacto cada vez mayor en el mundo, trayendo no solo oportunidades sino también desafíos a países de todo el mundo.