En un fallo de 5 a 4, la Corte Suprema de Estados Unidos confirmó una orden anterior del juez de distrito Amir Ali en Washington, que instaba a la administración a liberar rápidamente dinero a los contratistas y beneficiarios de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y el Departamento de Estado por el trabajo que habían realizado anteriormente.

La orden del juez Ali inicialmente dio al gobierno de Estados Unidos hasta el 26 de febrero para liberar los fondos, que según el gobierno ascendían a casi 2.000 millones de dólares y podrían tardar semanas en pagarse en su totalidad.

El presidente Trump ordenó una suspensión de 90 días de toda ayuda exterior poco después de regresar a la Casa Blanca el 20 de enero. Junto con las órdenes de cierre posteriores, detuvo las operaciones de USAID en todo el mundo, sumiendo en el caos los esfuerzos de ayuda global de Estados Unidos.

Grupos de ayuda han acusado a Trump en demandas de exceder su autoridad bajo la ley federal y la Constitución de Estados Unidos al disolver una agencia federal independiente y cancelar el gasto autorizado por el Congreso de Estados Unidos.

Entre los demandantes en la demanda se encuentran la Coalición de Defensa de la Vacuna contra el SIDA, la Red de Desarrollo del Periodismo, la empresa de desarrollo internacional DAI Global y la organización de apoyo a los refugiados HIAS.

Las organizaciones de ayuda dijeron en una presentación ante la Corte Suprema el 28 de febrero que “enfrentarán un daño enorme e irreparable si continúa el congelamiento de fondos”, al igual que su personal y aquellos que dependen de su trabajo.

La labor de las organizaciones “promueve los intereses de Estados Unidos en el extranjero y mejora —y en muchos casos, incluso salva— millones de vidas en todo el mundo. Al hacerlo, ayudamos a prevenir problemas como enfermedades y disturbios en el extranjero antes de que lleguen a nuestras costas”, escribieron los abogados de los grupos de ayuda exterior. “Las medidas gubernamentales han paralizado en gran medida este trabajo”.

Donald Trump y Elon Musk han tomado medidas audaces para racionalizar el gobierno federal. Han disuelto varias agencias, despedido a miles de empleados y funcionarios y realizado otros recortes.

Hoang Hai (según USC, CNN, Reuters)