Después de que Pyongyang lanzó un misil balístico intercontinental que Estados Unidos, Corea del Sur y Japón no pudieron negar como un gran éxito para Corea del Norte, los tres países decidieron rápidamente realizar ejercicios aéreos conjuntos en la región del noreste de Asia. Este es el segundo ejercicio aéreo conjunto de los tres países este año y la cuarta vez este año que Estados Unidos despliega bombarderos estratégicos B-1B en la península de Corea. Casi inmediatamente después, Corea del Norte publicó un libro blanco sobre las nuevas medidas de su oponente.

Con su mensaje claro y lenguaje fuerte, el libro blanco parece estar dirigido personalmente al presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol. En el que Pyongyang cree que la política del Sr. Yoon ha empujado a Corea del Sur al riesgo de una guerra nuclear. Pyongyang criticó a Yoon por cancelar unilateralmente muchos acuerdos de cooperación entre los dos países, prepararse con Estados Unidos para librar una guerra nuclear contra Corea del Norte y fortalecer las alianzas y vínculos militares con Japón y la OTAN.

Se puede observar que la confrontación entre Corea del Norte y los EE. UU., Japón y Corea del Sur continúa aumentando en intensidad. Corea del Norte ha adoptado recientemente medidas nuevas y no tan nuevas para hacer frente a las amenazas y desafíos a la seguridad de la alianza militar de Estados Unidos, Japón y Corea del Sur, para crear una nueva situación política y de seguridad en la región del Noreste Asiático y, al mismo tiempo, para influir en el desarrollo y los resultados de las elecciones presidenciales estadounidenses. Los otros tres países siguen presionando a Corea del Norte para impedir que Corea del Norte y Rusia promuevan una alianza militar y de defensa, impidiendo que Pyongyang continúe con sus programas de misiles y nucleares. Esta rivalidad no se detiene en el nivel actual.