El primer ministro sirio pierde contacto con el presidente Assad y la oposición impone un toque de queda.

NBC News informó el 8 de diciembre que al-Jalali había solicitado al líder del movimiento Hayat Tahrir al-Sham (HTS) que redistribuyera las fuerzas policiales en la capital, Damasco (Siria), mientras las partes completaban el proceso de transferencia de poder. El primer ministro sirio afirmó no tener objeciones a su dimisión.

Mientras tanto, tras declarar el control de Damasco, la oposición anunció el 8 de diciembre un toque de queda en la capital siria desde las 16.00 hasta las 5.00 hora local.

El primer ministro sirio añadió que había intentado contactar con el presidente Bashar al-Assad la mañana del 8 de diciembre, pero no lo había logrado y que se desconocía su paradero. El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso confirmó que el presidente sirio había abandonado el país, pero no especificó su paradero. Bashar al-Assad no ha sido visto en público desde la entrada de la oposición en Damasco.

Reuters informó que el 8 de diciembre, un grupo de sirios irrumpió en la residencia de al-Assad, caminó por las habitaciones, posó para fotografías y se llevó muebles.

El 8 de diciembre, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán informó que la embajada iraní en Damasco fue asaltada por miembros de un grupo armado de la oposición en Siria, quienes destruyeron numerosos objetos. Teherán afirmó que el personal de la embajada se había marchado antes y se encontraba a salvo. Ese mismo día, el ministro de Asuntos Exteriores turco, Hakan Fidan, declaró que el presidente al-Assad había perdido la oportunidad de reconciliarse con Siria, lo que condujo al colapso de su régimen tras años de inestabilidad.

Varios países y organizaciones internacionales dijeron que están siguiendo de cerca la situación en Siria, pidiendo soluciones pacíficas y estables.