Combinando el poder del instrumento GRAVITY del Observatorio Europeo Austral (ESO), montado en el Very Large Telescope en Chile, y el satélite de mapeo del cielo Gaia de la Agencia Espacial Europea (ESA), los científicos han descubierto ocho de los objetos más difíciles de observar en el universo.

Se trata de cinco enanas marrones y otras tres estrellas tenues, que están ocultas por la luz.

Puede parecer contradictorio, pero, en realidad, en un sistema estelar los planetas y otros objetos situados relativamente lejos de la estrella brillante suelen estar predeterminados.

Porque, en muchos casos, una estrella tan activa proyectará su halo brillante sobre objetos cercanos, cegando los telescopios.

En el nuevo estudio, un equipo de científicos de ESO y ESA analizó cientos de miles de estrellas sospechosas de tener compañeras, con datos iniciales registrados por Gaia.

Los "ojos" excepcionalmente sensibles y agudos de GRAVITY ayudaron luego a filtrar los halos brillantes alrededor de las estrellas sospechosas e identificaron ocho compañeros estelares brillantes, siete de los cuales eran previamente desconocidos.

Según SciTech Daily, tres de ellas son estrellas muy pequeñas y débiles.

Las cinco restantes son enanas marrones, un tipo de objeto cósmico que oscila entre los estados de estrella y planeta: demasiado grandes para ser considerados planetas y tener algunas propiedades estelares, pero demasiado pequeños para sostener la fusión nuclear dentro de sus núcleos como las estrellas.

Por lo tanto, la enana marrón puede considerarse una estrella fallida o un planeta de clase alta.

Una de las enanas marrones descubiertas en este estudio orbita a su estrella compañera a una distancia apenas menor que la distancia entre la Tierra y el Sol.

Esta es la primera vez que se ha obtenido una imagen directa de una enana marrón tan cerca de su estrella compañera.

GRAVITY también mide el contraste entre la estrella compañera y la estrella primaria en un rango de longitudes de onda en el infrarrojo.

Combinado con estimaciones de masa, esto permitió al equipo evaluar su edad. Sorprendentemente, dos de las enanas marrones resultaron ser menos brillantes de lo que se esperaría dado su tamaño y edad.

Una posible explicación para esto podría ser que estas estrellas fallidas tienen una compañera aún más pequeña. Sin embargo, no está claro qué tipo de objeto cósmico podría ser.

El poder del par Gaia – GRAVITY demostrado a través de esta investigación ofrece otra esperanza: la búsqueda de pequeños planetas, ubicados cerca de la estrella madre, ocultos en el halo.

Ese tipo de planeta incluye planetas rocosos como nuestra Tierra. Este nuevo camino también podría llevar a la humanidad a un mundo con vida.