Ceremonia única de inauguración de la casa del pueblo Ede en las Tierras Altas Centrales

Esta es una ceremonia importante, por lo que el dueño de la casa se prepara cuidadosamente. Las ofrendas incluyen: un cerdo, un pollo y cinco jarras de vino atadas a los pilares del gong, tallados y erigidos con antelación, dispuestos en fila vertical en la sala principal de la nueva casa; se llevan siete anillos de cobre en las asas de las jarras de vino. Se usa pintura roja, tinte rojo o sangre de cerdo para untar los pilares y simbolizar la riqueza, la paz y la felicidad.

Vestido de etiqueta, el chamán informa a los dioses sobre la casa recién terminada, luego adora a los antepasados, rezando para que los dioses y los antepasados ​​continúen protegiendo la casa, para que todos estén sanos y seguros, para que siempre estén unidos y cerca, para tener una vida próspera y para tener cosechas abundantes.

En la ceremonia, una vez preparadas las ofrendas, se tocan los gongs para anunciar a los familiares, tanto cercanos como lejanos, que la familia tiene un feliz acontecimiento e invitar a todos a la ceremonia. El dueño de la casa enciende las estufas con el deseo de pedir calor y abundancia. El chamán lee la oración para invitar a los dioses a ser testigos de la sinceridad del dueño de la casa con el significado: "¡Oh Yang! Informamos a nuestros abuelos y antepasados ​​que nuestros descendientes han regresado a un nuevo lugar, han construido una aldea y una casa. Invitamos a nuestros abuelos y antepasados ​​a asistir a la ceremonia y bendecimos a nuestros descendientes y a los aldeanos con buena salud, buena suerte y una aldea unida y próspera. ¡Oh Yang!".

Los siguientes rituales también se realizan por turnos, de los cuales el ritual del lavado de la casa es considerado el más importante por el pueblo Ede.

En esta ceremonia, el dueño de la casa se sienta frente a la jarra de vino, mirando al chamán. Todos en la casa encienden la estufa para encender el fuego. El chamán lee la oración con el siguiente significado: "¡Oh Yang! Ven aquí a presenciar la ceremonia de la nueva casa de esta pareja Ede. Se construyen las escaleras, se alisa la silla K'pan, se enciende la estufa. Que los dioses velen por los descendientes, los parientes Ede. Viendo la choza destrozada, viendo la casa a punto de derrumbarse, el sol de la tarde, la lluvia que gotea, hemos informado a los dioses".

Ahora, la casa está terminada, aunque aún no es hermosa, pero los pilares ya están tallados, las pinturas ya están talladas, las ofrendas son cerdos, pollos y el vino es suficiente. ¡Oh Yang! Tras la oración, el chamán tomó el vino y se lo dio a beber al dueño de la casa. Le puso un brazalete de cobre en la mano a su padre, con el significado de desearles salud a los hombres de la familia para que asuman la responsabilidad y mantengan la paz y la felicidad familiar.

Después de la ceremonia, el chamán lleva arroz, carne y vino para que los miembros de la familia coman con los dioses e invita a los familiares de ambos lados a comer y beber para disfrutar de la ofrenda Yang.

Durante toda la ceremonia, los gongs resonaron continuamente, un mensaje de confianza y oración a los Yangs para obtener suerte, prosperidad y paz. El sonido de los gongs se hizo aún más vibrante al acercarse el final de la ceremonia, ya que en ese momento el anfitrión realizó la ofrenda de vino y se sirvió una suntuosa cena para invitar a familiares e invitados distinguidos a unirse a la familia. En la nueva casa, todos se reunieron para comer arroz, disfrutar del vino y sumergirse en la singular melodía de los gongs.

Según el chamán, antiguamente, la ceremonia de adoración constaba de cinco pasos: primero, adorar a Yang (el espíritu) para informarle sobre la nueva casa; luego, adorar a los antepasados; después, adorar para lavar la casa; desear por la salud del padre, la madre, los hijos y los nietos; y felicitar al propietario por su nueva casa. Hoy en día, la ceremonia de adoración se ha simplificado mucho entre los Ede, según las circunstancias y condiciones de cada familia, pero aún conservando el ritual tradicional y la solemnidad.