El G7 aún no ha revisado el plan ruso para limitar los precios del petróleo. (Fuente: Fly Of Swallow Studio/ShutterStock) |
El G7, junto con la Unión Europea y Australia, impuso un límite de precio de 60 dólares por barril al petróleo ruso en diciembre pasado. Posteriormente, en febrero de 2023, el grupo mantuvo el límite en 45 dólares por barril para los combustibles pesados y en 100 dólares por barril para los combustibles ligeros, como la gasolina y el diésel, procedentes de Moscú.
La idea fue propuesta por Washington para cortar los ingresos del Kremlin, tras el conflicto con Ucrania, y al mismo tiempo, evitar perturbaciones del mercado causadas por la prohibición de la UE al petróleo ruso.
Inicialmente, los países de la UE acordaron revisar el límite de precios cada dos meses y ajustarlo si fuera necesario, mientras que el G7 dijo que lo revisaría "cuando fuera apropiado", incluida la implementación y el cumplimiento del plan.
Sin embargo, a marzo de 2023, el grupo no ha considerado ese límite de precio.
Cuatro fuentes familiarizadas con la política del G7 dijeron que el grupo no tiene planes inmediatos de considerar ajustar el plan.
Las fuentes también dijeron que, si bien algunos países de la UE quieren reconsiderar el plan de límite de precios mencionado anteriormente, Estados Unidos y los miembros del G7 no quieren cambiarlo.
El crudo Brent se cotiza actualmente cerca de su nivel más alto del año, a más de 90 dólares por barril, un avance que ha ayudado a elevar los precios del crudo mundial, incluidos los Urales de Rusia.
Del lado ruso, el Ministerio de Finanzas del país reveló que el precio promedio del petróleo crudo de los Urales se recuperó a alrededor de 74 dólares por barril en agosto de 2023, mucho más alto que el techo de 60 dólares por barril.
* En una entrevista con el periódico alemán Handelsblatt , el vicepresidente de la Comisión Europea (CE), Maros Sefcovic, dijo que abandonar por completo el suministro de gas ruso es "una tarea casi imposible".
Según el Sr. Sefcovic, en 2022, Europa redujo sus importaciones de gas desde Rusia de 150 000 millones de m³ a menos de 80 000 millones de m³. Este año, la cifra podría alcanzar los 40 000 millones de m³, incluyendo el gas natural licuado (GNL).
Por lo tanto, diría que abandonar por completo el gas ruso sigue siendo una tarea casi imposible. Si la Unión Europea continúa invirtiendo en infraestructura y estableciendo nuevas alianzas, esta medida podría reducir aún más las importaciones de GNL desde Moscú en los próximos meses, afirmó.
La Comisión está garantizando gradualmente que el gas se importe a través de la plataforma de compras común de la UE, en lugar de hacerlo desde Rusia, dijo el Vicepresidente de la CE.
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