Criar hijos es un viaje largo y difícil. Para criar a un niño feliz, sano e inteligente, los padres necesitan dedicar tiempo y esfuerzo a educar seriamente a sus hijos.
La cultura parental japonesa es distinta a la de cualquier otro país del mundo. Rara vez miman a sus hijos, sino que los animan a ser independientes desde una edad temprana. A continuación se presentan algunas reglas de crianza japonesas.
1. La estrecha relación entre madre e hijo
Las madres japonesas tienen una profunda conexión emocional con sus hijos. Cuando sus hijos eran pequeños, a menudo dormían con ellos y pasaban mucho tiempo con ellos. A menudo elogian y aprueban los deseos de los niños de crear condiciones para que aprendan y exploren el mundo.
Cuando sus hijos tienen 5 años, las madres japonesas comienzan a entrenar a sus hijos para que sean independientes, permitiéndoles tomar decisiones y hacer lo que quieran dentro de ciertos límites.
El vínculo profundo entre madre e hijo se resume en el término “amae”, que se refiere al vínculo y al profundo deseo en el corazón de cada persona de ser amada. Amae demuestra que los niños japoneses siempre tienen una base sólida de amor paternal y que cuando los padres envejecen, sus hijos los cuidan con todo el corazón y con consideración.
Las madres japonesas tienen una profunda conexión emocional con sus hijos. Ilustración
2. Los niños japoneses son criados de forma igualitaria
No hace mucho, un video que grababa a estudiantes japoneses limpiando su aula se volvió viral en las redes sociales y dejó a los internautas extremadamente sorprendidos. La razón es que no se trata simplemente de una grabación en vídeo normal de las actividades de los estudiantes, sino de la cultura japonesa.
Desde pequeños, a los niños se les enseña acerca de la igualdad y no es raro ver a niños que nacen con una cuchara de plata en la boca asistiendo a las mismas escuelas o participando en las mismas actividades que otros niños.
En la filosofía japonesa, los niños son criados con el valor de la sumisión y se les enseña a dejar de lado los intereses personales y poner en primer lugar los intereses de la comunidad. De esta manera, los niños pueden aprender los valores de la convivencia en sociedad y la igualdad desde pequeños.
3. Rara vez mencione a su hijo a otras personas
Si bien la mayoría de los padres a menudo comparten las dificultades de criar a sus hijos, los padres japoneses son diferentes. Sólo comparten los problemas de sus hijos con miembros de la familia.
Además, tienden a no hablar mucho sobre las actividades de sus hijos con los demás. Decirle a los demás que su hijo va a esta escuela, juega en ese equipo de fútbol, etc., puede ser visto como alarde; La gente lo entenderá con solo ver el uniforme que lleva el niño.
Los padres japoneses sólo comparten los problemas de sus hijos con miembros de la familia. Ilustración
4. Los padres son modelos a seguir para sus hijos.
Un punto único en el modo en que los padres japoneses educan a sus hijos es que no los obligan a hacer lo que les piden. Al querer formar y practicar ciertas virtudes en los hijos, los padres darán ellos mismos el ejemplo para ayudarles a reconocer el bien del mal, encontrando así la forma correcta de hacer las cosas y la actitud correcta.
5. Preste siempre atención a los sentimientos de su hijo
Prestar atención al estado mental y emocional de un niño es tan importante como su desarrollo físico. Los padres japoneses siempre muestran amor y aliento cuando cuidan a sus hijos, pero cuando hacen algo mal, igualmente son disciplinados muy estrictamente.
Además, a los niños se les enseña a ser siempre positivos y a saber controlar sus emociones. Es importante para ellos sobrevivir bien en esta dura sociedad.
6. Respetar los valores familiares
La cultura parental japonesa valora la naturaleza y la familia. Consideran un picnic bajo el cerezo un acontecimiento importante.
Los parques y jardines en Japón están diseñados con gran esmero y gestionados meticulosamente. Los niños pueden correr libremente. No importa lo ocupados que estén los padres, normalmente pasan tiempo con su familia los fines de semana.
La cultura parental japonesa valora la naturaleza y la familia. Ilustración
7. No creas en los cumplidos
A la mayoría de los padres les encanta alardear de los logros de sus hijos ante los demás, pero sería raro ver a un padre japonés haciendo lo mismo. Porque a los niños japoneses se les enseña a ser independientes y disciplinados en cualquier situación, sin depender de los elogios o el aprecio de nadie más.
8. Los cuentos de hadas no son bromas.
A los japoneses les encanta compartir mitos y leyendas con sus hijos. Hay muchos festivales interesantes que se celebran a lo largo del año, como el Tengu Matsuri, que honra a un duende de nariz larga, o el Setsubun, un festival para alejar a los malos espíritus arrojando puñados de frijoles.
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Fuente: https://giadinh.suckhoedoisong.vn/8-nguyen-tac-day-con-day-tinh-te-va-thong-minh-cua-nguoi-nhat-khien-ca-the-gioi-phai-nga-mu-172240624152512989.htm
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