¿Cómo tratar la fiebre después de la vacunación antimeningocócica?

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El cuerpo considera el antígeno de la vacuna como una sustancia extraña, creando así anticuerpos para impedir su entrada. Por lo tanto, quienes reciben la vacuna pueden experimentar reacciones locales como dolor, hinchazón, bultos duros en el lugar de la inyección, o reacciones sistémicas como fiebre, malestar, irritabilidad, dolor de cabeza, fatiga y pérdida de apetito. La mayoría de estas reacciones suelen ser leves, transitorias y desaparecen por sí solas al cabo de uno o dos días.

Por lo tanto, si su hijo presenta fiebre y fatiga después de recibir la vacuna antimeningocócica, no hay necesidad de preocuparse demasiado porque es una señal de que el sistema inmune reconoce un agente extraño y reacciona.

Si su hijo tiene fiebre superior a 38.5 °C, puede usar antipiréticos comunes como el paracetamol, con la dosis y el horario adecuados según las indicaciones del médico. Si su hijo padece una enfermedad cardíaca, neumonía o antecedentes de fiebre alta y convulsiones, puede usar el medicamento cuando la fiebre supere los 38 °C. Si su hijo tiene otras afecciones médicas o ha tenido una reacción a los antipiréticos, consulte a su médico sobre el medicamento adecuado.

Además, es importante elegir ropa fresca y ligera para su hijo. La temperatura ambiente del aire acondicionado debe estar entre 27 y 29 grados Celsius para reducir la diferencia de temperatura con el exterior. Las familias deben animar a los niños a beber abundante agua, alternando agua filtrada con jugo de naranja, jugo de limón y jugo de fruta. La dieta debe mantenerse como de costumbre; no es necesario abstenerse de ningún alimento específico después de la vacunación antimeningocócica.

Antes de su uso generalizado, las vacunas se someten a investigaciones de seguridad e inmunogenicidad, por lo que son muy seguras. En general, quienes reciben la vacuna deben monitorear las reacciones en el centro de vacunación durante al menos 30 minutos y continuar en casa durante al menos 48 horas. Esto ayuda a manejar con prontitud reacciones anormales poco frecuentes, como anafilaxia y convulsiones causadas por fiebre alta.

Por lo tanto, a la hora de vacunarse, es necesario prestar atención a las indicaciones del médico y la enfermera del centro para distinguir entre las reacciones normales postvacunación y los signos graves que requieren llevar al niño a un centro médico .

Doctor Nguyen Minh Luan
Especialista médico, Sistema de vacunación VNVC