En una conferencia de prensa en la capital de la República Checa, Praga, el 31 de mayo, el secretario de Estado Blinken dijo que el presidente Biden permitió a Ucrania usar armas estadounidenses para destruir objetivos en Rusia que estaban atacando la ciudad ucraniana de Járkov.

Según Reuters, Blinken no aclaró si el presidente Biden aceptó permitir que Ucrania ataque objetivos en otras ciudades rusas o en ubicaciones profundas dentro del territorio ruso.

El secretario de Estado Blinken explicó que la decisión de la Casa Blanca fue el resultado de ajustes estratégicos y la adaptación a la situación del campo de batalla, en respuesta a lo que Estados Unidos había presenciado en la región de Járkov y sus alrededores.

"Durante las últimas semanas, Ucrania nos ha solicitado que autoricemos el uso de las armas que proporcionamos para defenderse de este ataque, incluso contra las fuerzas rusas que se están concentrando al otro lado de la frontera y atacando Ucrania. Esto se ha informado directamente al presidente y, como han oído, él ha autorizado el uso de nuestras armas para tal fin", declaró Blinken tras una reunión de ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN.

Esta es la segunda vez este año que el presidente Biden alivia silenciosamente las restricciones sobre el suministro de armas a Ucrania. La primera vez fue cuando decidió suministrar misiles ATACMS de largo alcance a Ucrania después de un período de rechazo. Este misil tiene un alcance de hasta 300 km. Funcionarios estadounidenses dijeron el 30 de mayo que Estados Unidos no ha cambiado su posición sobre la prohibición de que Ucrania utilice ATACMS y otras armas de largo alcance para atacar objetivos en el interior del territorio ruso.

El Wall Street Journal informó que a Ucrania sólo se le permitió utilizar el Sistema de Lanzamiento Múltiple de Cohetes Guiados (GMLRS), el Sistema de Cohetes de Artillería de Alta Movilidad (HIMARS) y artillería para defender Járkov.

Permitir que Ucrania utilice armas occidentales para atacar dentro de Rusia ha causado controversia entre los aliados y socios de Kiev. Gran Bretaña, Francia, Polonia y Alemania han estado de acuerdo, mientras que Italia se ha opuesto a la idea.