China confirmó el 7 de noviembre que hubo víctimas entre sus ciudadanos después de que grupos rebeldes armados se enfrentaran con el ejército de Myanmar en la zona fronteriza entre los dos países.

El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Wang Wenbin, sólo habló en términos generales sobre el incidente, sin especificar si hubo muertos o no. Tampoco especificó el lugar exacto del incidente.

Los medios de comunicación de Myanmar citaron fuentes el fin de semana pasado que decían que un ciudadano chino aparentemente murió y otros dos resultaron heridos después de que los militares se enfrentaron a los rebeldes.

Al parecer un proyectil cayó en el lado chino de la frontera, dijeron fuentes. Ni China ni Myanmar han comentado esta información.

Anteriormente, el ejército de Myanmar dijo que estaba tratando de restablecer el orden cerca de la frontera después de que una coalición de grupos armados étnicos lanzara ataques y tomara el control de varias áreas cerca de la frontera compartida con China.

El 7 de noviembre, el Sr. Uong declaró que Pekín "expresó su fuerte insatisfacción con la escalada del conflicto armado que ha causado víctimas entre el pueblo chino".

Añadió que China había enviado mensajes de protesta a las partes pertinentes y estaba "prestando mucha atención a la situación de conflicto en el norte de Myanmar".

"China exige una vez más que todas las partes implicadas en el conflicto en el norte de Myanmar cesen el fuego inmediatamente", afirmó.

Según él, las partes "deben tomar medidas prácticas para evitar que se repitan incidentes que pongan en peligro la vida y la propiedad de las personas en la zona fronteriza con China".

China dijo que tomaría "las medidas necesarias para proteger las vidas y la propiedad de sus ciudadanos". Desde la semana pasada, China ha expresado su preocupación por la escalada de combates cerca de su frontera con Myanmar.

El alto diplomático chino Nong Dung visitó Myanmar durante el fin de semana y se reunió con altos funcionarios del gobierno, pidiendo a la nación del sudeste asiático trabajar en conjunto para mantener la estabilidad en su frontera compartida.

También pidió al gobierno de Myanmar que "garantice la seguridad de la vida y la propiedad de las personas en la zona fronteriza con China y adopte medidas efectivas para mejorar la seguridad del personal, las organizaciones y los proyectos chinos en Myanmar".

Myanmar ha estado sumido en el caos desde que los militares tomaron el poder en febrero de 2021.

Según los medios locales, el 4 de noviembre miembros rebeldes del Ejército de Liberación Nacional de Ta'ang (TNLA) parecieron haber tomado dos puestos avanzados de la milicia regular pro-Myanmar cerca de Lashio, la ciudad más grande del Estado de Shan, en el norte de Myanmar, y sede del comando del ejército del noreste.

El Ejército de la Alianza Democrática Nacional de Myanmar (MNDAA) también dijo que había tomado el control de tres puestos de avanzada más al este.

El MNDAA, el TNLA y el Ejército Arakan (AA) afirman haber tomado el control de docenas de puestos avanzados y cuatro ciudades, mientras bloquean rutas comerciales vitales a China. Anteriormente, la ciudad de Chinshwehaw también cayó en manos de los rebeldes, según el ejército regular de Myanmar.

Los combates en la zona han obligado a más de 23.000 personas a huir de sus hogares, según Naciones Unidas.