Un equipo de AFP fue testigo de cómo se caían trozos de techos de edificios y se deformaban carreteras en Naypyidaw, la capital de Myanmar. Estaban en el Museo Nacional de Naypyidaw cuando se produjo el terremoto y el edificio empezó a temblar.

Los escombros cayeron del techo y las paredes se agrietaron mientras los trabajadores uniformados corrían hacia el exterior, algunos temblando y llorando, otros sosteniendo sus teléfonos móviles para intentar contactar con sus familiares, según AFP. El suelo se sacudió violentamente durante aproximadamente medio minuto antes de estabilizarse.

"Todos salimos corriendo de nuestras casas cuando todo empezó a temblar. Vi un edificio de cinco pisos derrumbarse ante mis ojos. En mi pueblo, todos salieron a la calle y nadie se atrevió a regresar al edificio", declaró a Reuters un testigo en la ciudad de Mandalay, Myanmar.

Además, un residente de Yangon, la ciudad más grande de Myanmar, dijo a CNN que muchas personas sintieron temblores durante varios minutos cuando se produjo el terremoto de magnitud 7,7. "El temblor fue excesivo y duró entre tres y cuatro minutos. El edificio donde vivo es inestable", dijo a CNN el residente, que prefirió no revelar su nombre.

Los residentes de Yangón agregaron que muchas personas no pudieron realizar llamadas telefónicas durante unos 30 minutos después del terremoto, pero que Internet siguió funcionando. Los residentes dijeron que se reportaron más daños en las regiones de Sagaing y Mandalay de Myanmar.

Testigos contactados por Reuters en Yangon también dijeron que muchas personas huyeron de los edificios de la ciudad.

No hubo informes inmediatos de víctimas después del terremoto, pero causó pánico en ciudades cercanas en el norte de Tailandia y hasta la capital, Bangkok.

Un edificio de oficinas en el centro de Bangkok se balanceó de un lado a otro durante al menos dos minutos, informó Reuters, citando a testigos. Cientos de empleados huyeron por las escaleras de emergencia y algunos trabajadores quedaron en estado de shock y en pánico. Se oían fuertes gritos mientras el edificio seguía temblando.

"Escuché el ruido y estaba durmiendo en mi casa. Salí corriendo del edificio en pijama", explicó a la AFP Duangjai, residente de la popular ciudad turística de Chiang Mai, en el norte de Tailandia.

Además, el Sr. Sai, un residente de Chiang Mai de 76 años, estaba trabajando en una tienda de conveniencia cuando el local comenzó a temblar. "Salí corriendo de la tienda con otros clientes. Fue el temblor más fuerte que he experimentado en mi vida", declaró Sai a la AFP.