Ese momento llegó el 1 de enero, cuando la reina de Dinamarca anunció inesperadamente su abdicación a mediados de ese mes y entregó el trono a su hijo.
Adolescencia "rebelde"
"No era un rebelde, estrictamente hablando, pero durante su infancia y juventud se sintió muy incómodo con la atención de los medios y la idea de convertirse en rey", dijo Gitte Redder, experta en la familia real danesa.
“Adquirió confianza recién cuando tenía 20 años”, afirmó Redder.
Pero Frederik, que habla inglés, francés y alemán, sólo comenzó a madurar realmente después de entrenarse en tres ramas del ejército danés.
El complemento de la Reina
"Es deportista, va a conciertos y a partidos de fútbol. Eso lo hace aún más accesible que su madre", afirmó el experto real Redder.
Conoció a su esposa, la abogada australiana Mary Donaldson, en un bar de Sydney durante los Juegos Olímpicos de 2000. Han intentado dar a sus cuatro hijos una educación lo más normal posible, enviándolos principalmente a escuelas públicas.
La pareja es "moderna, le gusta la música pop, el arte moderno y los deportes", según Olden-Jorgensen.
“No representan grandes cambios por parte de la reina”, sino más bien un cuidadoso cambio para adaptarse a los nuevos tiempos, según el experto Olden-Jorgensen.
"Mi madre pinta, yo hago ejercicio. Mi madre excava en busca de objetos enterrados, yo entierro la cabeza para que no me reconozcan durante mi tiempo en el ejército. Mi madre es una maestra de las palabras. A veces me cuesta entenderlas", bromeó en la celebración del 50.º aniversario de la Reina.
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