El ataque del 28 de julio a un campo de fútbol en los Altos del Golán ocupados por Israel, que mató a 12 adolescentes, corre el riesgo de ser la "gota que colmó el vaso" en las tensiones entre Israel y Hezbolá. (Fuente: Getty Images)

El Times of Israel informó el 29 de julio que el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, mantuvo una conversación telefónica con su homólogo estadounidense, Lloyd Austin, para discutir el ataque.

El Sr. Gallant anunció los resultados de la investigación inicial de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), que determinó que el ataque fue causado por un cohete que contenía 50 kg de explosivos y que había muchas señales de que el movimiento Hezbolá en el Líbano lanzó el cohete, a pesar de que el movimiento negó todas las acusaciones relacionadas con el incidente.

El incidente demostró que Hezbolá -al que Irán llama el "eje de la resistencia" en Medio Oriente- ha "escalado significativamente y tendrá que rendir cuentas", según el ministro de Defensa de Israel. Israel está decidido a restablecer la seguridad en su frontera norte y “hará que Hezbolá pague un alto precio”.

Durante la conversación telefónica, los dos ministros también discutieron las perspectivas de alcanzar un alto el fuego y un intercambio de rehenes entre Israel y el movimiento Hamás en la guerra en la Franja de Gaza.

Mientras tanto, el mismo día, la agencia de noticias Reuters citó al presidente electo iraní, Masoud Pezeshkian, en una llamada telefónica con el presidente francés, Emmanuel Macron, afirmando que cualquier ataque israelí al Líbano enfrentaría "graves consecuencias".

Por su parte, el líder francés dijo que había hablado previamente con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y se comprometió a "hacer todo lo posible para evitar el riesgo de una nueva escalada del conflicto en la región, mediante el intercambio de mensajes con todas las partes implicadas".

Del lado estadounidense, a pesar de las claras señales de la posibilidad de que el conflicto se extienda en Medio Oriente después del ataque a los Altos del Golán, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, expresó su confianza en que ese riesgo podría evitarse.

La agencia de noticias AFP citó a Kirby diciendo que funcionarios estadounidenses e israelíes mantuvieron conversaciones a "múltiples niveles" durante el fin de semana después del ataque.

“Nadie quiere una guerra más amplia y confío en que podremos evitar ese resultado”, afirmó. Todos hemos oído hablar de esta "guerra total" en varias ocasiones durante los últimos 10 meses. En aquel momento, esas predicciones eran exageradas. Francamente, ahora creemos que lo son.

Además, funcionarios de la Casa Blanca dijeron que el aumento de la tensión no afectaría las negociaciones de alto el fuego en la Franja de Gaza, donde Israel está luchando contra el movimiento islamista Hamás, respaldado por Irán.