Los estadounidenses pierden terreno en la natación mundial

Sin contar los resultados de la noche del 1 de agosto, el equipo de natación estadounidense ganó 18 medallas, incluyendo 4 de oro, 10 de plata y 4 de bronce. Esta cifra supera con creces las 11 medallas de Australia. Sin embargo, lamentablemente, Estados Unidos sigue ocupando el segundo lugar en la tabla, ya que Australia tiene exactamente una medalla de oro más que ellos.

Estados Unidos sigue siendo Estados Unidos. En casi todas las pruebas, hay un nombre estadounidense entre los tres primeros. La abrumadora cantidad de medallas demuestra la posición de la natación estadounidense. Los nadadores estadounidenses siguen siendo buenos, pero, por desgracia, la comunidad mundial de natación está viendo aparecer cada vez más "mutantes", lo que hace que los nadadores estadounidenses queden constantemente relegados al segundo puesto.

El primer "mutante" que mencionar es David Popovici, un nadador rumano especializado en los 100 y 200 m libres. Hace tres años, Popovici arrasó en esta carrera, pero luego perdió repentinamente su forma, antes de volver a brillar con dos medallas de oro en el campeonato mundial de este año. El regreso de Popovici dejó a los dos nadadores estadounidenses especializados en esta prueba, Alexy y Hobson, tristemente en segundo lugar.

El siguiente "mutante" es el francés Leon Marchand, quien también brilló en la prueba mixta. Luego está Summer McIntosh, la nueva reina de la natación. Desde los Juegos Olímpicos de París del año pasado, McIntosh ha ganado tres medallas de oro.

Y después de un año, se ha perfeccionado aún más. En el grupo medio de estilo libre, McIntosh dejó atrás por completo a Ledecky, considerada la nadadora número uno del mundo durante la última década. Además, la nadadora canadiense también destaca en el grupo combinado y los 200 m mariposa.

Cuando ganó su tercera medalla de oro del año, McIntosh incluso se enojó consigo misma por no haber batido el récord mundial, una señal de su dominio en aquel momento. Y, sobre todo, del sólido ascenso del equipo australiano de natación femenina en los últimos cinco años.

Desde las pruebas individuales hasta las de equipo, el equipo australiano de natación femenino hizo que las nadadoras estadounidenses terminaran lamentablemente en segundo lugar una y otra vez.