Antes del partido Alemania-Dinamarca, el meteorólogo Dominik Jung declaró a BILD: «Del 29 al 30 de junio, existe el riesgo de fuertes tormentas eléctricas desde el suroeste y el oeste hasta el centro de Alemania. Esto podría provocar lluvias muy intensas, de hasta 40 a 80 litros por metro cuadrado en pocas horas. También son posibles grandes granizos de unos 3 centímetros de diámetro, así como tormentas con velocidades de entre 100 y 140 kilómetros por hora, además de tornados».

Desafortunadamente, las predicciones del señor Dominik Jung se hicieron realidad. El partido entre Alemania y Dinamarca en el Signal Iduna Park se retrasó casi 10 minutos después del minuto 35.

Según el comunicado de la UEFA, los problemas meteorológicos fueron la causa. El estadio Signal Iduna Park sufrió fuertes lluvias y continuos truenos y relámpagos. La seguridad de los jugadores es prioritaria, por lo que el partido ha sido pospuesto, escribió la UEFA en su sitio web.

Los reporteros de ITV en el estadio describieron: «Llovía a cántaros por las escaleras. Los relámpagos aparecían constantemente y sembraban el pánico entre los aficionados presentes. Así que, cuando un gran rayo cayó justo encima del campo, el árbitro Michael Oliver detuvo el partido y pidió a todos que abandonaran el campo. El supervisor fue informado y aceptó el plan».

A continuación, el canal ITV también informó sobre el ambiente en el túnel: “Los jugadores de ambos equipos se sentaron en el túnel. Todos estaban relajados, esperando los próximos acontecimientos. Algunos buscaron rápidamente toallas para secarse. Otros jugadores incluso pidieron cambiarse la camiseta. Mientras tanto, los aficionados sentados en las filas inferiores se mojaron y tuvieron que buscar refugio. El agua caía a cántaros del techo del estadio. Podíamos imaginarnos que era como estar en Old Trafford (Inglaterra)”.

Además del clima, los medios europeos informaron que el deterioro del Signal Indunal Park provocó que el partido se pospusiera. El Signal Iduna Park tiene, por tanto, 50 años de antigüedad y numerosas zonas con tejados dañados. Las fuertes lluvias provocan filtraciones en estas zonas como si fueran cascadas. No solo hay goteras en el techo, sino que la superficie del campo no puede drenar el agua lo suficientemente rápido y eso afecta enormemente el juego.