En una entrevista con Nikkei Asia publicada el 3 de diciembre, Rob Phillips, portavoz de la unidad del Ejército del Comando Indo-Pacífico de EE. UU., dijo que las opciones que se están considerando incluyen versiones terrestres del Misil Estándar-6 (SM-6) y el misil de crucero Tomahawk. El alcance de los misiles considerados está entre 500 y 2.700 kilómetros.

Esta sería la primera vez que Estados Unidos despliega tales misiles desde que expiró el Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF) en 2019. El tratado, firmado entre Estados Unidos y la Unión Soviética en 1987, prohibía a los países desarrollar y poseer misiles lanzados desde tierra con alcances entre 500 y 5.500 km.

El señor Phillips no proporcionó detalles sobre dónde y cuándo Estados Unidos planeaba desplegar los misiles.

Sin embargo, según el experto Ankit Panda, miembro senior del Carnegie Endowment for International Peace (una organización de investigación y consultoría de políticas con sede en Washington DC), el Ejército de Estados Unidos desplegará unidades de misiles de mediano alcance principalmente en el territorio estadounidense de Guam en el Pacífico occidental. El objetivo de esto es proporcionar apoyo rápido a los aliados de Washington en Asia en caso de emergencia.

Actualmente, Japón y Filipinas se muestran reacios a acoger nuevas fuerzas estadounidenses por temor a convertirse en objetivos directos en una crisis, según Nikkei Asia . La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, dijo en enero que Estados Unidos no tiene planes de desplegar nuevos misiles terrestres en Japón.