A principios de diciembre, Goldman Sachs Group y Wells Fargo también abandonaron la alianza. Se puede ver que retirarse de la NZBA se ha convertido en una tendencia en la industria bancaria y financiera de Estados Unidos, lo que refleja en parte una tendencia a defenderse de la presión de los políticos.

Los bancos huyen bajo presión

La NZBA se estableció en 2021 para garantizar que los bancos miembros mantengan la coherencia en los préstamos y las inversiones hacia el objetivo de lograr cero emisiones netas para 2050, como se establece en el Acuerdo de París.

Sin embargo, el futuro de NZBA parece sombrío ya que varios bancos han anunciado su retirada de la alianza.

Aunque Morgan Stanley no dio un motivo para su decisión, los analistas dijeron que los principales bancos estadounidenses habían estado bajo presión de algunos políticos republicanos para unirse a la NZBA, con acusaciones de que cualquier movimiento para restringir la financiación de las empresas de combustibles fósiles podría violar las leyes antimonopolio, según Reuters.

Anteriormente, el Comité Judicial de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, liderado por los republicanos, publicó un informe que muestra evidencia de colusión y comportamiento anticompetitivo en el sector financiero. Acusan a las instituciones financieras de imponer objetivos de sostenibilidad ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) a las empresas estadounidenses. ESG es un criterio iniciado por coaliciones climáticas.

No sólo eso, el presidente del Comité Judicial de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Jim Jordan, ha criticado específicamente a coaliciones climáticas como Climate Action 100+ y Glasgow Net Zero Financial Alliance (GFANZ) (NZBA es una pequeña rama de esta coalición) por supuestamente socavar la competencia justa.

Las instituciones miembros de GFANZ han estado bajo una fuerte presión por parte de los políticos republicanos a lo largo de los años, según el gestor de inversiones Mark Segal. Muchos legisladores de este partido advierten que instituciones financieras como bancos, compañías de seguros, propietarios o inversores podrían verse envueltos en disputas legales por unirse a coaliciones para luchar contra el cambio climático. No sólo eso, a estas organizaciones también se les amenaza con no permitírseles participar en contratos comerciales con el gobierno.

Si bien no está claro qué impacto tendrá el regreso del presidente electo Donald Trump a la Casa Blanca en las próximas semanas, una cosa es segura: los republicanos han aumentado la presión sobre los bancos desde la victoria de Trump.

Como resultado, los bancos y las grandes corporaciones son cada vez más cautelosos a la hora de tomar medidas para evitar conflictos con la nueva administración y se están retirando gradualmente de las iniciativas climáticas.

¿Abandonar los esfuerzos climáticos?

El momento en que se produjo el “éxodo masivo” de los principales bancos de la NZBA justo antes del regreso de Trump refleja en parte el impacto de la situación política en estos cambios. La pregunta es cómo la salida de los bancos de la NZBA afectará los esfuerzos para combatir el cambio climático en Estados Unidos en particular y a nivel mundial en general.

En cuanto a Morgan Stanley, el gigante de Wall Street sigue comprometido a abordar el cambio climático a través de su propio modelo de negocio. En concreto, el banco seguirá prestando servicios de consultoría y capital para apoyar a los clientes en la transición hacia prácticas comerciales sostenibles y la reducción de las emisiones de carbono, según American Banker.

Un representante de Morgan Stanley afirmó que “los compromisos de la compañía con el objetivo de cero emisiones netas permanecen sin cambios”. Mientras tanto, un representante de Bank of America afirmó que el banco continuará apoyando y satisfaciendo los requisitos de los clientes en el campo de la prevención del cambio climático y la neutralidad de carbono, "como una empresa que ha logrado la neutralidad de carbono en 2021".

Además, varios otros bancos como Citi dijeron que estaban cambiando su enfoque para apoyar a GFANZ en su transición hacia una economía baja en carbono. "Hemos decidido salir de NZBA y centrarnos en apoyar a GFANZ en su nueva fase", dijo un representante de Citi. Junto con Citi, Bank of America mantiene su membresía en GFANZ.

Se puede observar que actualmente los bancos aún mantienen sus objetivos climáticos tal como se comprometieron previamente. Pero enfrentan desafíos para equilibrar las iniciativas de mitigación del clima y la presión política, especialmente porque muchos préstamos e inversiones climáticas están en desacuerdo con el panorama político que se avecina en Washington.

Al optar por perseguir objetivos de sostenibilidad de manera independiente, los bancos pueden promover nuevas prácticas comerciales como parte de una respuesta global más amplia al cambio climático, según Saptakee S del sitio de análisis climático Carbon Credits.

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