La Cámara de Representantes de EE. UU. en crisis tras la repentina retirada del candidato principal de la carrera presidencial.

"Acabo de comunicarles a mis colegas que retiraré mi candidatura a la presidencia de la Cámara de Representantes... Si analizamos las últimas semanas, si analizamos la situación actual de nuestro partido, aún queda trabajo por hacer... Todavía hay quienes tienen sus propias agendas", declaró Scalise a la prensa el 12 de octubre, según Reuters.

Los republicanos de la Cámara de Representantes mantuvieron horas de conversaciones a puertas cerradas el 12 de octubre, pero no lograron resolver las divisiones que han obstaculizado los esfuerzos para instalar a Scalise como presidente, un puesto que ha estado vacante durante nueve días después de que el republicano Kevin McCarthy fuera derrocado en una revuelta de republicanos de extrema derecha.

El Sr. Scalise, el segundo republicano de mayor rango en la Cámara de Representantes de EE. UU., ha sido nominado por su partido para reemplazar al Sr. McCarthy. Dado que la Cámara de Representantes de EE. UU. está controlada por una ajustada mayoría de 221-212, los republicanos no pueden permitirse perder más de cuatro votos dentro del partido si quieren que el Sr. Scalise obtenga el voto completo en este cuerpo legislativo.

El señor Scalise decidió retirarse después de no conseguir el mínimo de 217 votos, ya que varios republicanos dijeron que no lo apoyarían.

Varios republicanos de la Cámara de Representantes han declarado su apoyo al oponente de Scalise, Jim Jordan, quien perdió las primarias del partido del 11 de octubre para elegir al candidato. Jordan ha animado a sus partidarios a votar por Scalise, según una fuente que habló bajo condición de anonimato.

Las luchas internas republicanas han impedido que la Cámara de Representantes de Estados Unidos actúe para apoyar a Israel en su actual conflicto con Hamás y aprobar proyectos de ley de gasto gubernamental antes de que expire el presupuesto temporal el 17 de noviembre.

Los republicanos esperan evitar que se repita lo ocurrido en enero, cuando la facción de extrema derecha del partido obligó a McCarthy a pasar por 15 rondas de votación durante cuatro días para ganar la presidencia.