Si bien estudios anteriores han demostrado que comer pescado reduce la discapacidad en personas con esclerosis múltiple (EM), pocos estudios han explorado si realmente retrasa la progresión de la enfermedad.

Para investigar esto, los investigadores analizaron datos de 2.719 pacientes con EM recientemente diagnosticados (con una edad promedio de 38 años) del estudio de Investigación Epidemiológica Sueca de Esclerosis Múltiple (EIMS).

Mientras tanto, los investigadores rastrearon la progresión de la enfermedad de cada participante durante hasta 15 años utilizando la escala ampliada del estado de discapacidad (EDSS), una herramienta utilizada para medir la discapacidad en pacientes con esclerosis múltiple.

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Los resultados encontraron que comer más pescado magro y graso reducía el riesgo de discapacidad grave en los pacientes con EM.

En concreto, las personas que consumían más pescado tenían un riesgo 44% menor de discapacidad grave, un riesgo 45% menor de discapacidad de grado 3 y un riesgo 43% menor de progresión a discapacidad de grado 4 en comparación con los que comían poco o nada de pescado, según el sitio científico ScitechDaily .

Después de 5 años, 288 personas aumentaron su consumo de pescado y 124 personas lo disminuyeron.

Los resultados mostraron que las personas que aumentaron su consumo de pescado de un puntaje de 2-3 a 5-6 dentro de los 5 años posteriores a la aparición de la enfermedad tuvieron un riesgo 20% menor de discapacidad grave en comparación con los que continuaron comiendo poco o nada de pescado.

Sorprendentemente, aquellos que aumentaron su consumo de pescado de una puntuación de 2 a 5-6 tuvieron un riesgo 56% menor de discapacidad grave en comparación con los que continuaron comiendo menos pescado.

Los investigadores explican que la razón por la que comer pescado produce este milagro es gracias a los nutrientes antiinflamatorios y protectores del cerebro que contiene. Esto sugiere que la dieta juega un papel importante en el control de la EM y enfermedades similares.

Aunque los ácidos grasos omega-3, presentes principalmente en los pescados grasos, pueden contribuir a retardar la progresión de la enfermedad, la taurina, un aminoácido abundante en el pescado y el marisco, también desempeña un papel importante.

Los autores concluyeron que los resultados resaltaron el papel potencial de la dieta, particularmente el consumo de pescado, como estrategia de tratamiento complementario para la EM, según ScitechDaily.

Sin embargo, también dijeron que se necesita más investigación para confirmar los hallazgos y explorar los mecanismos biológicos.

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La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad en la que el sistema inmunitario ataca la vaina protectora que cubre las fibras nerviosas. Esto interrumpe la comunicación entre el cerebro y el resto del cuerpo. Con el tiempo, la enfermedad puede causar daños permanentes a las fibras nerviosas.

La enfermedad puede causar parálisis, debilidad, dificultad o incapacidad para caminar, pérdida de la visión y otros síntomas. Algunas personas gravemente enfermas pueden perder la capacidad de caminar o volverse incapaces de moverse.

No existe cura para la esclerosis múltiple. Sin embargo, existen tratamientos que pueden ayudar a acelerar la recuperación de los ataques, retardar la progresión de la enfermedad y controlar los síntomas, según la clínica. Clínica Mayo (EE.UU.) .