Más de 3 millones de sudaneses se han visto obligados a huir a países vecinos en busca de seguridad. (Fuente: CNN)

El conflicto en Sudán ha provocado la crisis de protección civil más grave en décadas, con más de tres millones de personas obligadas a huir a países vecinos en busca de seguridad, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

En una conferencia de prensa celebrada el 9 de noviembre en Ginebra, la Sra. Dominique Hyde, Directora de Relaciones Externas del ACNUR, afirmó que la ola migratoria procedente de Sudán ha alcanzado un nivel sin precedentes desde que estalló el conflicto.

En concreto, sólo en octubre, 60.000 sudaneses llegaron al Chad debido a los combates en Darfur. Según las estadísticas, el 71% de los refugiados que llegan al Chad dijeron que habían sufrido violaciones de derechos humanos en Sudán mientras huían.

Aunque han llegado a un lugar relativamente seguro, muchas familias todavía están traumatizadas después de presenciar las horribles escenas.

Actualmente, Chad acoge a más de 700.000 refugiados sudaneses, en su mayoría mujeres y niños, la mayor ola de refugiados en la historia del Chad.

Según las últimas cifras del gobierno egipcio, el país acoge la mayor cantidad de refugiados sudaneses, con 1,2 millones de personas.

Sudán ha sido devastado por un conflicto entre las Fuerzas Armadas de Sudán (SAF) y las Fuerzas paramilitares de Apoyo Rápido (RSF) que estalló a mediados de abril de 2023. Las SAF están dirigidas por el general Abdel Fattah Al-Burhan y las RSF están comandadas por el ex segundo de Al-Burhan, Mohamed Hamdan Dagalo.

Ambos bandos han sido acusados ​​de crímenes de guerra, incluidos ataques contra civiles. Según la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), los combates han dejado unos 20.000 muertos, miles de heridos y millones de desplazados que buscan refugio en países vecinos.

"Nunca hemos visto cifras como estas en una generación", dijo recientemente Ted Chaiban, director ejecutivo adjunto del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), refiriéndose a los millones de personas desplazadas, así como a los 8,5 millones de personas que enfrentan una inseguridad alimentaria aguda, mientras que 775.000 están al borde de la hambruna.