3 riesgos renales a los que las personas mayores deben prestar especial atención

La Sra. Fiona Loud, experta del Reino Unido, ha planteado tres problemas renales comunes en las personas mayores y, al mismo tiempo, ha dado consejos prácticos sobre cómo proteger la salud renal a medida que envejecemos, según The Irish News US (Reino Unido).

Enfermedad renal crónica (ERC)

Aunque la enfermedad renal crónica puede presentarse a cualquier edad, es más común en personas mayores de 60 años. Esto se debe, en parte, a que la función renal tiende a disminuir con la edad. Este deterioro es parte normal del envejecimiento, pero se presenta a un ritmo diferente en cada persona.

Los riñones filtran la sangre a lo largo del día, lo que ayuda a regular la presión arterial, favorece la salud ósea y contribuye a la formación de glóbulos rojos. Pero, como ocurre con la mayoría de las demás funciones corporales, la función renal disminuye gradualmente con la edad, explica Loud.

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La diabetes y la hipertensión arterial son las causas más comunes de enfermedad renal crónica. Si padece alguna de estas afecciones, con el tiempo pueden ejercer presión adicional sobre los vasos sanguíneos de los riñones, lo que provoca un deterioro de la función renal.

La enfermedad renal suele denominarse enfermedad silenciosa porque los síntomas no suelen ser evidentes en las primeras etapas. Los dos síntomas más comunes que aparecen gradualmente son la fatiga y la dificultad para respirar, pero también pueden ser síntomas de otras enfermedades, enfatizó Loud.

Lesión renal aguda

Según el experto Loud, las personas mayores son más susceptibles a sufrir daños renales agudos y crónicos que las personas más jóvenes.

La lesión renal aguda se produce cuando la función renal disminuye rápidamente. Puede afectar a cualquier persona, pero es más común en grupos vulnerables como bebés, niños pequeños o personas mayores de 65 años, y suele ir acompañada de otras complicaciones.

“Una infección o dolor estomacal persistente también puede provocar una lesión renal aguda”, afirma Loud.

Daño renal debido a medicamentos

El uso prolongado de medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE) puede afectar negativamente a los riñones.

Las dosis altas de AINE pueden ser perjudiciales para los riñones. Las personas con insuficiencia renal, cardiopatías o hipertensión arterial deben evitar el uso de AINE a menos que su médico se lo recomiende específicamente.

Consejos para mantener los riñones sanos a medida que envejece

A continuación se ofrecen algunos consejos importantes sobre cómo mantener los riñones sanos a medida que envejece:

Mantente hidratado : El agua ayuda a los riñones a eliminar los desechos, previniendo la formación de cristales y cálculos dañinos. "Mantente hidratado y presta atención al color de tu orina. Si es clara, es bueno, pero si es oscura, suele ser señal de que no estás bebiendo suficiente agua", dice Loud.

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Chequeos renales regulares: Las personas con diabetes o hipertensión arterial deben hacerse chequeos renales anualmente. Incluso si no padece estas dos afecciones, si le preocupa su salud renal, puede consultar a su médico y hacerse las pruebas pertinentes.

Consulte con su médico sobre los medicamentos : Además de los fármacos no esteroides, existen algunos antibióticos que no son beneficiosos para los riñones. Por lo tanto, las personas con enfermedad renal crónica deben consultar con su médico para asegurarse de que los medicamentos recetados sean los adecuados.

Coma una dieta equilibrada : una dieta equilibrada puede ayudar a mantener niveles saludables de presión arterial y colesterol.

La gente debería comer más verduras y alimentos buenos para el sistema cardiovascular, porque “cuidar la salud del corazón es también cuidar la salud de los riñones”, según el experto Loud.

Además, la sal aumenta el trabajo renal y la presión sobre ellos puede aumentar gradualmente. Por lo tanto, también se recomienda una dieta baja en sal.

Actividad física: Mantenerse físicamente activo es importante para mantener la salud renal y ayudar a controlar los factores de riesgo asociados con la enfermedad renal, como enfermedades cardíacas, presión arterial alta, colesterol alto y diabetes.